martes, 18 de enero de 2011

Y PINTAR A LO JACKSON POLLOCK


“Am I a real artist?” Allí de pie, fumándose un cigarro liado y esperando a su madre, fue la segunda pregunta que se hizo Javier. Dos días atrás había decidido hablar, pensar, soñar e incluso mear en inglés. No pienses así, no es un flipado, no va de moderno, ni de guay…bueno, quizá solo un poco, pero la razón fundamental es porque le quedaba menos de una semana para irse a vivir a Montreal, Canadá. Allí predomina el Francés, pero desde segundo de la ESO no lo tocaba apenas, solo recordaba el típico “Voulez-vous coucher avec moi, ce soir?”, y dudo que eso lo aprendiera en el instituto.
¿Debería contárselo antes de irme?” He aquí la primera pregunta que le vino a la cabeza. Desde que supo que se iba, y sabiendo que no la vería en mucho tiempo, esa cuestión jugaba un triathlon en su mente. Llevaba dos meses con Antoine, su “amigo” y “compañero” de clases de pintura. No, su madre ni siquiera sospechaba que era homosexual…andaba siempre tan ocupada, trabajo por aquí, compras por allá, bronceado esta tarde, una copa con Desirée esta noche. Si hubiera prestado atención, la cabeza de Javier estaría en lo de siempre…el ARTE.
Ahí está”. Tira el cigarro antes de que te vea, péinate un poco, postura más masculina, ella frenará, entonces entra en el coche y dale un beso. Rutina más que aprendida.
Si el semáforo de la esquina esta en verde se lo digo”. Rojo. “Si se pone en verde antes de que llegue a cinco, se lo cuento”. Un, dos, tr..Verde. “Bueno, lo dejo para la cena…”. En realidad quería decírselo, pero es so stupid, como diria él.
-No dices nada, hijo..¿Qué tal el día?
-Fine mom, like always.
-Tu, y tu ridícula manera de aprender inglés, si hubieras estudiado en su día, si que sabrias hablar...
Siempre cantaba para evitar mantener conversación con su madre. De pequeño hablaban, mucho. Él era cariñoso con ella, con todos. Últimamente su corazón lo repartía entre Antoine y su talento. Y pronto, podría dedicarse plenamente a la pintura.

Aún no está enmarcado, los trazos continuarán.

domingo, 9 de enero de 2011

¡Yo soy Simon,...

- Qué mala memoria...
- Quema la memoria.
Y ahora compartimos noches, con el primero que pasa.

 "Ahora tú, no dejes que hable. Te debo un baile. Y no una explicación."

...Tú, Garfunkel!


Tan simple y sonriente como un Lemur.

martes, 4 de enero de 2011

Joan

Nombre de niño y cuerpo de viejo.
Vive en la residencia Sant Mateu del Carrer Aribau, a dos manzanas del Park Güell, dónde pasa las mañanas y las tardes. Se entretiene contando la história del parque y de la ciudad a los turístas que se encuentra por el lugar. De vez en cuando se topa con esa pareja, ese joven, o ese grupo de amigos que, curiosos, preguntan más, y así es como acaba contando parte de su vida.
A eso de los 22 años, cuando tenia los huesos fuertes, atravesó los pirineos con dos amigos en busca de tabaco barato y películas eróticas. Dos meses después estaba en Roma, trabajando de camarero y viviendo en un hostal, el cual empezó a pagar a cambio de sexo con la dueña Giulia, una mujer que le doblaba la edad, soltera, pelo rizado que recogía con un pañuelo blanco y estampado de rosas amarillas, un lunar sobre la boca (parte izquierda), a los cuatro meses podia perfectamente pagarse la habitación, o incluso buscarse un apartamento, pero siguió con sus servicios a la Signora.
Veinticuatro años cumplia, y con una bici como única compañera de viaje se fue de la capital Italiana. Aquí, los curiosos preguntaban la razón de su ida, él contestaba que con esa edad se moria por ver más mundo, puede que fuera cierto, pero aunque se hicera el tonto, él sabia que la verdad era que con esa edad no se veia siendo padre, y ojos que no ven...
Sobreviviendo a base del pan duro que pedia en las panaderias y viviendo en su tienda de campaña, dos semanas después llegó a Milán. Allí vendió su bici por 57 francos en una tienda de segunda mano y se fue al aeropuerto. "Un billete de ida, el más barato y el que antes salga a cualquier otra parte".
Por 20 francos y dos horas y media, estaba en Varsovia. Un lugar nuevo dónde buscarse un futuro y vivir su presente. Durante su estancia allí, trabajó en una mina. No era una mina como las del norte de España, allí la mina era de sal. Le gustaba porque se respiraba bien, no se ensuciaba mucho y la gente era simpática.
A los 55 años volvia a su ciudad natal, dejando atrás una mujer, Jadwiga, dos hijos reconocidos, Mikolaj y Gabriella, amigos y un perro, Pies. Los curiosos no se lo creian, vale que a los 24 abandonara a Giulia embarazada, tenia miedo y era muy joven, pero, ¿Que dejara a su familia en Polonia? Él, tenia sus razones...
Ahora, a sus 74 años, Joan solo es el "iaio boig del parc", el "aGüello", y algun mote más que se oye por ahí.
Pero pocos saben lo que ha vivido, o...quizá todo sea fruto del aburrimiento de un hombre que en su juventud abusó de la compañia de Lucy in the Sky with Diamonds.